Siempre es bonito tener una chimenea en casa, nos aporta una estupenda sensación de confort y calor en los meses fríos y se convierte en una pieza protagonista de la estancia, es difícil ignorar su presencia. Ver la madera arder transmite tranquilidad al tiempo que nos da calor. Tener una chimenea en casa siempre es un acierto. Sin embargo, durante los meses que no la usamos, también podemos sacarle partido.
Sea como sea, considérate afortunado si tienes una chimenea en tu salón, en el dormitorio o en el despacho. Como ya he dicho, se convierte en el punto focal, de ahí que pase a formar parte del interiorismo como elemento clave teniéndole que sacar todo el partido que podamos.
Cuando el fuego está encendido la chimenea nos lleva a la gloria, pero cuando no lo está, el centro de nuestro salón es un cuadrado humeado por el hollín. Huye del efecto boca de lobo y decórala para que, aun sin fuego, siga atrapando miradas. Aquí tienes una selección de ideas perfecta. ¡Ya no querrás volver a encenderla!
En el post de hoy voy a darte consejos para aprovechar y llenar ese hueco de tu chimenea en desuso y que pase a formar parte de tu decoración. Debemos evitar la sensación de agujero de la chimenea y además disimular su interior ennegrecido…Juega con las diversas opciones decorativas que te ofrece y no permitas que la chimenea desluzca tu salón por el simple hecho de no usarse.
Las opciones a la hora de decorar el hueco de la chimenea (y también la parte de encima y alrededores) son muy diversas y posiblemente acabes encontrándole el gusto a ir cambiando la decoración de ese rincón según la época del año, por ejemplo.
Pon sobre ella algo que realmente nos centre la atención y nos haga olvidar lo que está debajo. Un espejo es un recurso muy habitual y efectivo, especialmente si refleja algo bonito como una ventana. También los cuadros funcionan, aunque en este caso nos hemos de asegurar que el tiro de la chimenea sea muy eficaz para que no los dañe
También puedes utilizar el hueco como lugar de almacenamiento utilizando algunos cestos bonitos, uno grande o varios de diferentes tamaños, jugando con los materiales y que sirvan como revistero, por ejemplo.
Decórala con velas. Es siempre una buena opción y en este caso también sirven. Las velas son una apuesta segura, y no solo en época navideña; juega con varios tamaños y colores, sobre el mismo suelo del hueco o en alguna base que te guste.
Pon plantas en su interior. Junta tus plantas en el interior de la chimenea y crea así una zona verde dentro de tu casa. Ponlas directamente con su tiesto y crear una composición de varias.
Si tienes una chimenea y no la usas puedes convertirla en una zona de almacenaje, colocando unas puertas se convierte en un mini armario.
Los libros son otro recurso para decorar el hueco; distribúyelos como quieras, ordenados o en un estudiado descontrol.
Otro de los recursos más socorridos son los troncos. Es el más estrechamente vinculado a la chimenea y puedes disponerlos de diferentes maneras según te guste. Pueden ir sueltos, alineados, de pie atados, etc.
¿Por qué no poner algún cuadro o lámina en el hueco de la chimenea? O incluso objetos de decoración, como un jarrón o alguna escultura.
Si buscas un aire más clásico, puedes ocultar el hueco tras el protector tradicional que evita que salten las chispas, pudiendo elegirlo en diferentes diseños y materiales. O rescatar algún tipo de brasero antiguo y usarlo como objeto decorativo. O también optar por la leñera de hierro forjado para almacenar los troncos y ponerla dentro.
Hasta aquí, algunas de las ideas que os propongo. Espero os hayan gustado y os inspiren para buscar vuestra opción personal. ¡Hasta muy pronto!
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